Relaciones internacionales. El conflicto por Malvinas. Tiene previsto visitar esta semana a su par británico. Será en el marco del viaje a una cumbre anticorrupción.
Será de manera diplomática pero el tema
estará en la mesa de conversaciones. Este jueves, en Londres, la
canciller Susana Malcorra y el secretario de Asuntos Estratégicos de la
Presidencia, Fulvio Pompeo plantearán al canciller Phillip Hammond, el
deseo del gobierno argentino de que el Ejecutivo británico levante el
embargo sobre todo tipo de armamento y repuestos bélicos que le impuso a
este país en 2012 y que dificulta directamente las compras de Defensa,
de máxima a mínima.
Ese embargo se impuso para los 30 años años de la guerra angloargentina por las Malvinas. Y se impuso en medio del recrudecimiento de las relaciones entre las administraciones de Cristina Kirchner y Cameron. Los británicos se mantuvieron siempre inflexibles al diálogo por las islas, amparados en el llamado paraguas sobre los temas de soberanía, que rige desde los '90 . Pero Cristina recrudeció su política hacia los isleños. Llamó okupas a los kelpers y los amenazó con cortarles el vuelo semana de Lan Chile que una vez al mes pasa por Río Gallegos.
Mientras en la prensa en Londres alertaban sobre las conversaciones argentinas con los rusos y los chinos para comprar aviones,en el parlamento británico surgieron reportes sobre sus “preocupaciones” sobre Argentina. Enabril de 2012 el gobierno británico reforzó los permisos de exportación y comercio a los británicos en los bienes y tecnología militar a la Argentina. Ya en 1982 comenzó a regir un embargo en el Reino Unido que fue aliviado en 1998, pero no del todo.
En una industria militar sumamente globalizada, por ese embargo Argentina tuvo por ejemplo problemas para explorar la compra a Brasil de unos aviones Gripen, de la emprea sueca Saab,porque tienen componentes británicos. La operatividad de la Armada Argentina también se ve afectado porque un respuesto de las máquinas del destructor clase Meko 360 ARA " "Heroína" (D-12), denominado “rueda lenta” entra en dichas prohibiciones.
Con todo, en el Gobierno manejan el encuentro con Hammond de manera ultrasensible, al igual que el de la cuestión Malvinas. En su encuentro con Cameron, en Davos, en enero pasado, Mauricio Macri no habló del embargo, aseguraron en Balcarce 50. Tampoco el británico habría hablado de la orden de embargo a las petroleras británicas y estadounidense que exploran en aguas de Malvinas que por U$S 156 millones ordenó hace casi un año una jueza federal de Río Grande, Tierra del Fuego. El gobierno de Cristina envió cantidad de cartas de protesta y amenazas de sanciones a las compañías que efectivamente buscan hidrocarburos de manera unilateral en una zona en disputa según reconoce la comunidad internacional. El deshielo entre las partes habilitaría el diálogo sobre estos dos aspectos.
FUENTE: Clarin
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